sábado, 2 de junio de 2012

Simplemente deja de soñar.

De pequeños eramos capaces de imaginar que podríamos volar o tal vez que llegaríamos a tener algún poder. Sin embargo de pequeña creía en los cuentos con final feliz en los que mi madre decía: "¡ y vivieron felices y comieron perdices!", y también soñábamos con tener a un príncipe azul montado en su caballo blanco. Pero ahora las cosas han cambiado. Lo que quiero ahora es alguien que me quiera, que me entienda y que comprenda cada gesto de mi cara. Alguien que me haga sonreír cada mañana, alguien que se ría conmigo y no de mí, alguien que me diga te quiero sin pensarlo, alguien que me haga sentir mariposas y alguien que me haga sonreír de la manera más estúpida del mundo entero. Y es que simplemente te quiero a ti.


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